Atte. Mamá

    Me encuentro en un momento de mi vida, dónde no sé el por qué no fue antes, pero agradezco las cosas que suelen suceder, esas características diminutas de la linea relativa que llega al final que deseaste desde siempre y no hayaste el camino, pero era el destino. Ese hazar no tan independiente de uno mismo que te gratifica al final de un arduo día y sonríes porque el dormir es un privilegio, lo mejor de tomar el camino difícil es que no hay ruta inversa de regreso y eso me hace sonreír. Hay grandes sacrificios que haces por lograr las cosas que jamás pensaste que pudieras realizar con solo tus pensamientos fuerza de voluntad y dedicación. Sí, me refiero a la lejanía del pequeño astro en el cual giro como planeta. Ni siquiera es mío, pero le agradezco inmensamente que me haya elegido a mi para guiarlo en esta aventura que se acaba un cerrar de ojos.  A mí... ¿Qué vió en mi? ¿Por qué consideró que yo tendría tal fortuna? Quizás las vibraciones de mi todo se entrelazaron con su vibrar y lo hizo, él lo decidió darme un segundo nombre, Mamá. Y llamenlo fortuito, porque tiene mil nombres y es solo un completo, mosaico de emociones explosivas que me producen sonreír llorar cantar gritas callar y sin fin de emociones que solo aparecen en momentos específicos. No me hables de amor si no has visto sus ojos, No me hables de cariño si no has sentido su abrazo, no me hables de él si no conoces el sacrificio que es no tenerlo cerca.



                                                                     Te amo Hijito.



                                                                     Atte. Tu mamá