Pedir Perdòn.

Me alegra mucho haber escuchado esta canciòn.

Cada vez que pido perdón la persona a la cual le hice daño se queda con un pedazo de mi, con mi intención absurda de remediar lo que muchas veces no tiene vuelta atrás y digo absurda porque el pasado ya se escribió y de vez en cuando…Solo de vez en cuando, cuando estoy a punto de caer en el abismo de un ocaso me pregunto en por qué tiene que ser así y no de otra forma. Con mi “actitud” de no querer volver a hacer lo que sé que hice mal levanto la mirad y cada vez que sucede me siento valiente; porque para alguien como yo que tiene una historia enlazada con el orgullo desde que tengo conciencia es [complicado].



Ayer llamé…Me guardé el qué dirán de las “personas que me conocen mejor” y mi voz fue un silbido a salud de la ironía que en algunos momentos suele reírse a carcajadas de los actos que prosiguen a mis pasos; convencida de que el Destino lo hace un cincuenta por ciento nuestros Actos y la otra mitad lo que le venga en gana a la vida. Cosa que me moría por hacer hace tantos días y recibí como un balde de agua fría un : Corto ¿Ya? …No tengo idea por qué me quedé en silencio esperando que la vida actuare a mi favor y diera no solo el cincuenta por ciento…Sino el Sesenta o lo que más pudiera, como cuando me doy por completo a desbordar las cifras posibles cuando quiero cumplir algo…El sonido del fin de la llamada afirmó que no sucedería lo de siempre, por algún motivo esta vez fue diferente y no puedo negar que duele y no solo ahora, es un sentir constante que me abraza por así decirlo en estos días. Al final de todo creo que:




“Pedir perdón es regalar la parte de ti que reconoce de forma no hipócrita que te has equivocado”